martes, 16 de agosto de 2011

LA DULCE PASION DE LOS HIJOS

No hay dicha mas grande para una mujer que la maternidad. Cuando la mujer se convierte en madre se siente realizada como tal, despierta en ella nuevos sentimientos y el panorama con respecto a la vida cambia por completo. Los hijos se convierten en prioridad ante cualquier acontecimiento o circunstancia. 
Los hijos son el regalo mas hermoso que nos pudo dar Dios a la pareja en matrimonio. Al igual que hicieron con nosotros, tratamos de inculcarles desde pequeños los principios y valores que con el tiempo haran de ellos personas de bien. Guiamos sus pasos de la mejor manera posible y disfrutamos con mucha satisfaccion cada logro obtenido en las diferentes etapas de sus vidas. Los hijos crecen dentro de un hogar constituido y bendecido por la gracia de Dios.
Pero que pasa con los hijos que vienen fuera del matrimonio? Que sucede con los hijos que vienen al mundo producto de una violacion o de una irresponsabilidad? No por las circunstancias en las que vienen al mundo debe cambiar el respeto a la vida, a sus derechos y al afecto materno o paterno. Todo hijo debe recibir la dedicacion sin limites tanto en salud, educacion, vivienda, vestido y alimentacion. 
En estos tiempos, vemos como los padres evaden ciertas responsabilidades con respecto a sus hijos y lamentablemente estan dejando de lado el aspecto mas importante de sus vidas, el acercarse a Dios. Cada vez mas las familias se van deteriorando y es comun escuchar que las parejas se divorcian y aparece la disputa por los hijos o lo que es peor aun, la falta de interes en velar por su desarrollo y futuro, el desamor y los que sufren con todo esto son precisamente los hijos.
"La familia que reza unida, permanece unida"
Las familias deben tratar de vivir mejor en el mundo, con respeto mutuo, con afecto pero por sobre todas las cosas deberian acercarse a Dios, seguir sus enseñanzas, llenarse de sus principios y valores para luego volcarlos en los hijos, si cada uno de nosotros tuvieramos tan solo un poco de interes en cambiar de actitudes, se podrian formar mejores hijos que redundaran en mejores personas, en buenos profesionales, en excelentes padres.
Los hijos son una bendicion de Dios y para nosotras las mujeres... una Dulce Pasion

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