Parte de la vida misma, es tanto el nacimiento de un nuevo ser como el fallecimiento de un ser querido. Nos convertimos en huerfanos cuando perdemos a nuestros padres, en viudos cuando perdemos a nuestras parejas en matrimonio, pero no existe palabra que defina en que nos convertimos si se pierde un hijo.
Somos un ciclo de vida, nacemos para llenar de alegria y felicidad el hogar al que llegamos. Con el tiempo nos reproducimos, formando nuestra propia familia y disfrutando de la misma alegria que sientieron nuestros padres cuando entre llantos y risas llegamos a sus brazos...y en algun momento, tarde o temprano, tendremos que abandonar el cuerpo que Dios nos regalo al nacer y partiremos al descanso eterno.
No importa si eres pequeño, joven o adulto, el dolor de la perdida de un ser querido no entiende de generos, edades, razas o tamaños. El dolor, la pena, la angustia se vuelve infinita y no entiende de tiempos ni horarios, solo llega e invade nuestro corazon, aprieta el alma y nos desorienta en el paso a seguir...
En mi experiencia personal no he vivido muchas perdidas de seres queridos, la mayoria aun estan acompañandome en vida tanto aqui como a la distancia, pero si he experimentado la perdida de amigos muy cercanos y de padres de amigos que fueron como los mios propios. Personas que nos vieron crecer se convierten automaticamente en "familia adoptiva" y sufrimos tambien con su partida.
Cada persona vive su propio luto a su manera y es el tiempo el que se encarga de disipar el dolor. Cuando se recuerda la perdida de algun ser querido es inevitable controlar las lagrimas, se siente como un nudo en la garganta y nos invade una sensacion que aprieta el corazon. Es en ese momento que no debemos ponernos triste, por el contrario, debemos estar tranquilos y pensar que donde quiera Dios que esten ya no sienten dolor ni corren mas peligros de los que estamos expuestos nosotros mismos.
Por lo general es imposible reemplazar al ser querido que uno pierde, es dificil llenar el vacio que nos dejan, Pasaran los años pero su recuerdo y su presencia sigue tan vivo y cerca de nosotros que jamas pasan al olvido. Es bueno y es mejor tenerlos presentes en nuestros recuerdos pero bien, alegres, sanos, imaginarlos vestidos con sus mejores prendas, haciendo lo que mas les apasionaba, sonriendo por las cosas buenas que siempre nos dieron en vida. Con el tiempo nos tocara a nosotros reunirnos con ellos. Por eso, mientras tengamos la suerte de estar con vida disfrutemos de ella, hagamos lo que siempre quisimos hacer, amemos con todas nuestras fuerzas y sin limites, demos lo mejor de nosotros en cada cosa que hagamos y tratemos de dejar los mas bellos recuerdos a las personas que estuvieron, estan y estaran en diversos momentos y etapas de nuestra vida.... No dejemos de decirles a nuestros seres queridos, parejas y amigos, mirandolos a los ojos, lo importantes y especiales que son para nosotros, asi como decirles lo mucho que los amamos o queremos. Apasionate de tu vida dia tras dia y robale minutos a las horas para sacarle el maximo provecho a la gracia divina de vivir en un mundo tan maravilloso como el nuestro...
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